Cronica de un viaje, largo, muy largo.

Me esta pareciendo que resulta mas fácil contar historias con dibujos,que con palabras. Y como sigo seco de Acuarelas que mostrar, pues la ocasión la pintan calva, y hago esta entrada con lo sucedido el 3 de Enero, en el viaje de vuelta a Houston.
Breve sketch realizado en dos minutos, lo que tardo en llegar el Tren que lleva de la T4 a la T4 Satélite en Barajas.

Aquí ya nos habían indicado que el vuelo salía con una hora de retraso por motivos atmosféricos, (teníamos dos horas en Londres para poder coger la conexión a Houston) todavía tranquilo y haciendo un dibujito.

Intentamos sin éxito ver la posibilidad de coger otras conexiones, ya que vuelven a retrasar el vuelo, ya la esperanza de coger el de Houston cada vez es mas lejana.
Por fin salimos de Madrid,esperando que en Londres nos busquen una solución, porque la conexión va en hora, y en el avión ya nos dicen que no llegamos.
LLegada a Londres, el caos, muchísimos vuelos retrasados y muchas conexiones perdidas.
Filas interminables y súper mal organizadas, con gente intentando colarse constantemente. Despues de 3 horas, nos dicen que han abierto otros mostradores, pero para ello hay que pasar el control,de inmigración e ir a la zona de CheckIn, actualmente estamos en la zona de Transito. Para allá nos dirigimos,ya que donde estamos la espera parece eternizarse, de nuevo colas para pasar el control de inmigración, y búsqueda de los mostradores.

Filas mas pequeña por el momento, que minuto a minuto se van llenando de gente.
Despues de otras 2 horas, nos solucionan el problema : Vuelo directo a Houston al día siguiente por la mañana, noche en el Sofitel, conectado con en el mismo Terminal 5 de Heathrow, a escasos 10 minutos andando sin salir al aire libre (y pensamos que la T4 de Barajas es grande!! Cena y Desayuno.

Ya mas relajados algunos dibujitos mas para descargar la tensión acumulada, eso si con una buena Guiness.

Día 4, todo según lo previsto, Desayuno, corta espera, y bueno de 10:30 horas a Houston.

 Llegada en hora, y por arte de magia (para mi eso es magia), llegan las maletas, que habíamos facturado en Madrid casi un día y medio antes.
Y colorín colorado este cuento con final feliz se ha acabado.